Jelly Run es un 'endless runner' en el que nuestro objetivo será llevar tan lejos como nos sea posible a una pequeña gelatina. Para ello tendremos que saltar entre abismos constantes y esquivar unos monolitos misteriosos que intentarán frenar nuestro avance.
El sistema de control de Jelly Run es muy sencillo: al pulsar la pantalla saltaremos al carril contrario. De esta forma tendremos que esquivar todos los obstáculos que nos iremos encontrando a lo largo de las partidas, que no serán pocos. El suelo se desmoronará, algunas plataformas se moverán de un lado a otro, los monolitos aparecerán y desaparecerán, y mucho más.
A medida que vayamos jugando también iremos consiguiendo gotas de pintura. Con estas gotas de pintura podremos cambiar el color de nuestra gelatina o desbloquear nuevos tipos de gelatina. Al principio solo tendremos la gelatina cúbica, pero podremos desbloquear más de una decena de gelatinas diferentes.
Jelly Run es un excelente arcade de plataformas, que ofrece una mecánica de juego divertida y adictiva, y un apartado gráfico muy bueno. Un título cien por cien Ketchapp.
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